Edge computing para una resiliencia digital sostenible

"El edge computing permite acercar la inteligencia al punto de uso, reduciendo latencias, costos energéticos y emisiones"

En un escenario donde una interrupción tecnológica puede significar pérdidas millonarias, sectores clave como la salud, la banca y la manufactura en América Latina están recurriendo al edge computing para garantizar continuidad operativa, seguridad y eficiencia energética.

El concepto —procesar datos cerca del lugar donde se generan— se ha convertido en un pilar estratégico para las organizaciones que buscan mantener sus operaciones críticas activas incluso en entornos con infraestructura limitada o altamente distribuidos.

José Luis Leyva Mancera, especialista en Edge Computing y Alianzas de Schneider Electric para Sudamérica
José Luis Leyva Mancera, especialista en Edge Computing y Alianzas de Schneider Electric para Sudamérica

Un mercado en expansión


La necesidad de procesamiento en tiempo real, impulsada por tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial y las aplicaciones en la nube, está acelerando la adopción de esta arquitectura en la región. Según datos de Statista, el mercado global de edge computing superó los USD 47.000 millones en 2023 y se espera que duplique su valor hacia 2027.



Este crecimiento plantea desafíos inmediatos: cómo asegurar la disponibilidad de operaciones críticas, cómo gestionar sitios remotos con poca infraestructura y cómo reducir la huella de carbono en medio de la expansión digital.

Resiliencia en la periferia digital


De acuerdo con Schneider Electric, uno de los actores que lidera esta transición, la clave está en combinar tecnología con gestión centralizada. Sus soluciones abarcan desde sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) y refrigeración compacta hasta plataformas de monitoreo como EcoStruxure IT, que permite diagnóstico predictivo en tiempo real.

"Hoy, las organizaciones necesitan soluciones que garanticen continuidad operativa sin comprometer sus objetivos de sostenibilidad. El edge computing permite acercar la inteligencia al punto de uso, reduciendo latencias, costos energéticos y emisiones", explicó José Luis Leyva Mancera, especialista en Edge Computing y Alianzas de Schneider Electric para Sudamérica.

El impacto es evidente en sectores sensibles: en hospitales, donde las aplicaciones clínicas deben operar sin cortes; o en la banca, donde las transacciones requieren baja latencia y máxima seguridad.

Seguridad y mantenimiento predictivo, ejes centrales


Uno de los grandes retos del edge son los riesgos de ciberseguridad, ya que muchos de estos entornos operan sin supervisión presencial. Para enfrentarlo, las soluciones incorporan protocolos de seguridad avanzados, sistemas de alertas remotas y planes de recuperación ante fallos.

A la vez, la integración de IA y machine learning permite anticipar problemas, gestionar de manera eficiente la energía y extender la vida útil de los equipos. "La expansión del edge requiere una infraestructura preparada no solo para operar de forma remota, sino también para resistir amenazas cada vez más sofisticadas", agregó Leyva.

Un habilitador del desarrollo regional


Más allá de lo tecnológico, el edge computing representa una oportunidad de desarrollo sostenible para América Latina. Al acercar la inteligencia digital a las operaciones locales, no solo mejora la continuidad operativa, sino que también reduce la huella de carbono al evitar el traslado masivo de datos a grandes centros de cómputo.

Con la digitalización extendiéndose más allá de las grandes ciudades, el edge aparece como la nueva frontera de la resiliencia digital en la región: una herramienta que permite combinar innovación, eficiencia energética y sostenibilidad para enfrentar los desafíos del futuro.